José Manuel Broto muestra su viaje de los últimos treinta años en el Paraninfo
La exposición, centrada en su trayectoria artística donde el color es el motor principal, es un armónico canto a la vida que sugiere con optimismo que reconstruir otro mundo es posible
La inauguración tendrá lugar mañana miércoles, a las 20 horas, con la presencia del rector de la Universidad de Zaragoza, la vicerrectora de Cultura y Proyección Social, la comisaria y el artista
(Zaragoza, martes, 26 de septiembre de 2023). El rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, junto con la vicerrectora de Cultura y Proyección Social, Yolanda Polo, inaugurará mañana miércoles, 27 de septiembre, a las 20 horas, la exposición Broto. El viaje 1994-2022. Les acompañarán la comisaria de la exposición, Lola Durán y el artista, José Manuel Broto.
Broto. El viaje 1994-2022 es el título que José Manuel ha elegido para hacer un repaso, somero y sincero, por los treinta últimos años de su trayectoria artística, donde el color es el motor principal. La exposición es también, de alguna manera, un armónico canto a la vida que sugiere con optimismo que reconstruir otro mundo es posible. Un mundo en colores, el color como puerta de entrada a evocaciones pasadas y sueños futuros.
La exposición está dividida en dos espacios por los que discurre su actividad pictórica en cuanto a técnica. Por un lado, en la sala Saura se muestran acrílicos sobre lienzo, realizados con los materiales tradicionales de la pintura: telas, bastidores, pigmentos, medium, pinceles, brochas, etc. El proceso de producción exige un considerable esfuerzo físico, una estrecha relación con el soporte y los materiales. Frente a ellas, las obras expuestas en la sala Goya están hechas fundamentalmente con ordenador mediante programas de diseño digital y plasmadas en impresiones numéricas. El gesto físico, cuando lo hay, es mínimo y carece de importancia, son imágenes ávidas de color y de movimiento, ligeras, desbordantes, alegres.
José Manuel Broto (Zaragoza, 1949) es inconfundible en la expresividad de sus trazos y la vibrante fortaleza de sus colores. Premio Nacional de Bellas Artes en 1996, la abstracción ha sido y continúa siendo la raíz de su obra; al principio constructivista, luego minimalista y más tarde en su vertiente más lírica.
Intuitivo y rítmico, Broto crea tótems de color sobre fondos monocromos; del negro absoluto a los rojos incendiados, pasando por azules y amarillos fosforescentes, la convivencia de los colores puede ser natural o estar meticulosamente orquestada: «El color es protagonista y es estructural. Intento usar colores que sean brillantes y a veces lo que quiero es hacer armonías un poco difíciles, como poner dos colores que se sabe que realmente no armonizan bien, pero trato de forzar eso hasta que vea que la lucha queda en paz o la gano yo».
Sus orígenes se remontan a la Escuela de Bellas Artes y Oficios de Zaragoza, donde comenzaría su formación plástica. Ocupó su primer taller en la zaragozana calle de Santa Isabel en 1969, trasladándose más tarde a otros ubicados en calle Las Armas y en San Antonio María Claret. En 1972 dio el salto a Barcelona. Esta mudanza sería la primera de una carrera de traslados por España, Francia, e incluso Uruguay, y que culminaría en su actual y definitivo estudio en Mallorca.
Con el apoyo de Antoni Tapiès, y de la mano de Gonzalo Tena, Federico Jiménez Losantos, Javier Rubio, Xavier Gran y José Miguel Alcrudo, Broto lideró en la Barcelona de los 70 la fundación de la revista de pintura TRAMA.
En 1985, París ejerce sobre él una atracción ya del todo irresistible: allí se asentará hasta 2010. Abandonará el óleo por la pintura acrílica, y a comienzos de los años 90 se adentrará en la generación de imágenes por ordenador. Gracias a sus posibilidades de control sobre la obra, las herramientas digitales le permiten alcanzar la «pureza técnica», si bien, pese a todo, seguirá prefiriendo la pintura y las brochas. Por otro lado, y de manera definitiva, se rinde al gran formato. Habrá que esperar a su traslado definitivo a Mallorca en 2010 para ver sus colores más vivos y las formas más espectaculares.
Acompaña a la muestra, la edición de una publicación con textos de la propia comisaria de la muestra, Lola Durán, que hace un repaso de los diferentes estudios y talleres en los que Broto ha desarrollado su producción y de Antón Castro, que bucea entre las múltiples vidas del pintor que abraza el color con furia o con delectación, un creador de paisajes que solo existen en su cabeza, en sus manos y en su desbordante imaginación.